Health & Wellbeing
Síntomas, causas y prevención de los dientes sensibles.
La hipersensibilidad dental o dientes sensibles es una condición en la que ciertos alimentos y bebidas (a menudo alimentos calientes, fríos o dulces e incluso el aire frío) causan un dolor de dientes intenso e instantáneo. Es una condición que se cree que afecta a más de 40 millones de estadounidenses y casi 7 millones de británicos. Muchas personas tratan los dientes sensibles lo mejor que pueden, evitando alimentos fríos como el helado o bebidas calientes como el té y el café. La hipersensibilidad afecta principalmente a personas de entre 18 y 50 años y las mujeres se ven más afectadas que los hombres. Un dentista siempre debe descartar las causas, en parte para excluir afecciones más graves y en parte con miras a eliminar cualquier causa subyacente que pueda estar exacerbando el problema.
Los síntomas de los dientes sensibles
La sensibilidad y el dolor pueden ocurrir cuando:
- comer o beber alimentos y bebidas calientes.
- comer o beber alimentos y bebidas frías.
- comer o beber alimentos y bebidas dulces, como chocolate y cola.
- exposición al aire frío.
¿Qué causa los dientes sensibles?
Nuestros dientes están cubiertos por una capa exterior dura llamada esmalte que protege el interior más suave del diente, la dentina. Los dientes sensibles se producen cuando el esmalte se desgasta o daña, lo que hace que la dentina que se encuentra debajo quede expuesta. Algunas causas comunes de erosión del esmalte son:
- Erosión del azúcar / Erosión dental: el esmalte de nuestros dientes es la sustancia más dura del cuerpo, pero aún es susceptible a la erosión causada por alimentos y bebidas ácidos con un alto contenido de azúcar o ácido.
- Reflujo gastroesofágico: el reflujo es el retorno del contenido del estómago a la boca. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o bulimia provoca potentes ácidos estomacales que ayudan a descomponer y digerir los alimentos para dañar el esmalte dental.
- Enfermedad de las encías/Encías retraídas: las encías pueden retroceder ya sea por enfermedad o naturalmente con el tiempo, exponiendo las raíces de los dientes. Las raíces no tienen ninguna capa protectora de esmalte y, por lo tanto, están completamente expuestas. Consulta con un ortodoncista lo antes posible.
- Abrasión: Cepillarse demasiado fuerte con un cepillo de dientes puede hacer más daño que bien, ya que desgasta el esmalte y deja expuesta la dentina.
- Placa/tártaro: una acumulación de placa/tártaro destruye el soporte de un diente. La acumulación de placa y sarro debe derivarse a un dentista e higienista.
- Diente agrietado/empaste roto: los dientes agrietados o los empastes faltantes son como una puerta abierta hacia la parte más sensible del diente y pueden causar una incomodidad considerable cuando entran líquidos fríos o calientes en la cavidad.
- Rechinar los dientes: es un hábito en el que las capas superior e inferior se frotan entre sí. Esto puede provocar erosión del esmalte y peores dientes rotos. Rechinar los dientes puede ser un producto secundario de un trastorno del sueño causado por el estrés o la ansiedad. Sería recomendable buscar ayuda de un médico de cabecera si sufre estrés o ansiedad.
- Desmineralización: se ha demostrado que la desmineralización es un factor importante en la sensibilidad dental y la erosión dental.
- Antibióticos: los antibióticos pueden dejar la dentina y las encías más susceptibles a la proliferación de bacterias como el estreptococo.
Prevenir más problemas y la erosión del azúcar
El azúcar se encuentra en muchos de los alimentos y bebidas que consumimos, siendo los alimentos procesados y preparados los principales culpables y la buena noticia es que esto es algo que podemos controlar. Reducir el consumo de azúcar y tomar decisiones más saludables puede tener un impacto significativo a la hora de limitar más caries y erosión dental. Por ejemplo, sustituir sólo una botella de coca cola por un vaso de agua puede reducir la ingesta diaria en 52 g. Otros sustitutos, como cambiar el chocolate con leche por chocolate amargo, también pueden ayudar, pero en última instancia, considerar ambos como un regalo ocasional o evitarlos por completo es más probable que prevenga una mayor descomposición.
Minimizar la erosión ácida: reemplazando alimentos y bebidas altamente ácidos, como frutas cítricas, tomates y alcohol, por alternativas menos ácidas.
Tome un buen probiótico ( con cultivos de lactobacilos) diariamente junto con alimentos fermentados:
Cepas probióticas seleccionadas (Lactobacillus) mostraron una capacidad significativa, aunque algo variable, para inhibir el crecimiento de estreptococos orales mutans y Candida albicans.
Fuente - BMC Oral Health2010
Lávese los dientes : todo el mundo sabe que es importante limpiarse los dientes, pero, sorprendentemente, muchos adultos simplemente no se toman el tiempo para completar una rutina de limpieza completa cada mañana y cada noche. Limpiarnos los dientes es una de las formas más sencillas de prevenir una mayor erosión del azúcar. Siempre que sea posible, deje 2 minutos para limpiar adecuadamente sus dientes, reemplace los cepillos manuales por cepillos eléctricos, use una pasta de dientes no abrasiva y siga el cepillado con un enjuague bucal natural como Xylotene®. Un buen régimen de limpieza puede ayudar a prevenir la erosión del azúcar, las enfermedades de las encías y las caries. Tenga en cuenta, sin embargo, que una limpieza excesiva y el uso de pastas dentales muy abrasivas probablemente sean contraproducentes, al igual que cepillarse demasiado pronto después de los alimentos ácidos, ya que eso puede incluso aumentar su capacidad de dañarlos. Además, cambia el cepillo de dientes con frecuencia.
Visite al dentista : los dientes agrietados y los empastes faltantes deben repararse lo antes posible para evitar la acumulación de bacterias y/o daños mayores al diente. Consulte siempre a su dentista tan pronto como surja un problema.
Reducir el azúcar : en este sentido, el azúcar también significa cualquier alimento que "permanece" y alimenta las bacterias productoras de ácido en la boca. No se trata sólo de lo que comemos sino de cuánto tiempo permanece o se adhiere al esmalte. El pan sano, por ejemplo, si se atrapa, puede crear muchos problemas y una bebida dulce tomada de una sola vez será menos dañina que una que se bebe a lo largo del día.